29 de septiembre.- A casi un año del paso del huracán Otis y por segunda ocasión consecutiva Acapulco y otras zonas de Guerrero volvieron a quedar inundados.

Entre las colonias más afectadas están La Marquesa, Las Gaviotas y Rinconada del Mar, donde el nivel del agua alcanzó los dos metros de profundidad.

Ello se debió a que el río de la Sabana, la Laguna Tres Palos y varios cauces pluviales convergen, por lo que al haber desbordamientos la creciente no se hizo esperar.

Las torrenciales precipitaciones de meteoro “John” reprodujeron los escenarios dramáticos de 2024.

Este fenómeno climático después se enfilaría hacia costas de Michoacán y Colima.

Cientos de habitantes y sus familias aún no se reponían de las devastadoras lluvias que el 24 de octubre les dejaron incomunicadas.

Ese días las ráfagas de viento y el agua arruinaron al puerto, destruyendo hoteles, restaurantes, casas e infraestructura hidráulica, vial y eléctrica .

Hoy, la tragedia ha regresado.

Apenas empiezan a cuantificarse las pérdidas luego de que las caídas pluviales cesaran el viernes por la tarde en Acapulco.

Esta vez hubo deslaves y casas demolidas, arrasadas o derrumbadas al haber estado construidas en n colinas.

Hasta le momento las autoridades confirmaron la evacuación de cientos de habitantes y el fallecimiento de al menos cinco personas.

De acuerdo con El Imparcial, autoridades de los tres niveles de gobierno, en conjunto con las fuerzas armadas (que activaron el plan DN-III), han estado trabajando desde la madrugada del jueves para evacuar a cientos de familias en la zona Diamante.

Se estima que entre 3 y 5 mil personas habitan en esta área, donde se ha solicitado el uso de lanchas para rescatar a los habitantes atrapados.

La Secretaría de la Defensa Nacional, Sedena ha informado que más de 6 mil elementos de la Guardia Nacional y 3 mil del Ejército Mexicano han sido desplegados para aplicar los planes de auxilio a la población GN-A y DN3-E.

Se han habilitado 33 albergues temporales y se cuenta con el apoyo de aeronaves para facilitar las evacuaciones y brindar seguridad.

Comunidades incomunicadas y daños agrícolas

El vocero del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la Presa La Parota, Marco Antonio Suástegui Muñoz, denunció que la crecida del río Papagayo ha dejado incomunicadas varias localidades y causado la pérdida de cultivos.

Además, señaló que la apertura de la presa Ambrosio Figueroa en La Venta incrementó el volumen de agua desbordado, agravando la situación en comunidades marginadas.

Los daños en viviendas, caminos y sembradíos de maíz, calabaza y frijol son significativos, afectando principalmente a zonas rurales de la región.

Riesgo de desabasto y llamados a reforzar la seguridad

El presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Acapulco, Canaco-Servytur, Alejandro Martínez Sidney, expresó preocupación ante la situación de la ciudad.

Según Martínez, el comercio local enfrenta graves problemas de desabasto y seguridad.

De acuerdo con La Jornada, a pesar de los esfuerzos por contener actos de rapiña, la situación está “fuera de control” y requiere la intervención urgente del gobierno federal para restaurar el orden y garantizar el acceso a alimentos y otros recursos básicos.

Acciones preventivas para evitar más daños

En respuesta a los daños ocasionados, brigadistas de la Coordinación General de Protección Civil y Bomberos de Acapulco evacuaron a cientos de personas de edificios afectados, llevándolas a refugios temporales.

Las autoridades continúan monitoreando áreas en riesgo para prevenir mayores incidentes y brindar apoyo a las comunidades más vulnerables.

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