29 de noviembre.- Actriz de oro y de una época impecable del Séptimo Arte mexicano en mas de 70 largometrajes.

Productora , empresaria y conductora magistral de la pantalla chica y autora de obras espectaculares , pionera de la comedia musical.

Musa del cineasta Luis Buñuel en tres legendarias cintas y del inigualable Diego Rivera.

Compañera de reparto de Pedro Infante y de los más famosos actores de los 40’s, 50’s, 60’s y 70’s, pero también maestra de los talentos emergentes en los 80’s y 90’s.

Exitosa caminante de la política con dos pasos en el Congreso de la Unión, impulsora de gestiones sociales , y lo más importante: Arquitecta de su obra artística, profesional y personal.

Fue “Viridiana”, también “Rosa María” y hasta la “novia del pintor”; “Malena”, “Tota”, “Carmina”, “Malena”, “Sonia Ilina”, “Margot”, “Mané”, “Lucrecia”, “Diana”, “Bárbara”, “Beatriz”, pero siempre, siempre, y en mayúsculas: SILVIA PINAL.

Dueña de una belleza estética y agraciada personalidad que sobresalía por su sencillez y respeto hacia el público , cautivó a propios y a extraños.

¡Esa mirada, y esa sonrisa, ese porte, esa voz y ese tono, con esa postura al ver de frente a la pantalla y a su gente!

Esposa, novia, amiga, madre, consejera y confesora. Su nombre lo resume todo, la mujer más importante e influyente en la historia del espectáculo en México.

Hasta siempre, Silvia.

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